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Ciudad de México,.- México está posicionado como el segundo mercado más grande para el e-commerce en Latinoamérica sólo después de Brasil. Por otro lado, de acuerdo con el Informe de gestión 2021 realizado por la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), los comercios experimentaron un crecimiento de 81% durante el 2020, generando un valor de $316 mil millones de pesos, lo que equivale al 9% del total del comercio minorista del país.
Con
ello, el e-commerce ha ofrecido una oportunidad de crecimiento a miles
de empresas, particularmente pequeñas y medianas en medio de la
pandemia, democratizando el acceso a las oportunidades económicas. Al
respecto, según el Estudio sobre Venta Online en PyMEs 2021, 48% de las
PyMEs comenzaron a vender en linea tras la llegada de la pandemia y para
el 34% vender por internet fue su única fuente de ingresos durante la
crisis sanitaria.
La historia de los envíos
Pero para llegar a este punto, el e-commerce tuvo que evolucionar. En
los 70, los fabricantes enviaban directamente a las tiendas y en los 80
aparecieron los centros de distribución que realizan la labor de
intermediarios entre fabricantes y tiendas; pero ya con el comercio
internacional, en los 90, aparecieron importadores y almacenes
especializados en productos importados. Posteriormente, se concentraron
los productos en almacenes nacionales desde los cuales se surtían a las
tiendas.
En el año 2000, con la aparición del e-commerce aparecieron nuevas
figuras logísticas como los almacenes urbanos, centros de intercambio y
operadores logísticos especializados en procesos de e-commerce. Para
2010, los grandes jugadores del momento empezaron a realizar envíos
nacionales en 24 horas o menos, lo que obligaba a todas las marcas a
intentar tener tiempos más cortos de entregas.
Desde 2020, la situación derivada de la pandemia ha acelerado la
transformación y adopción del mundo digital y del comercio electrónico,
provocando que los comercios tuvieran que adaptarse con nuevas
alternativas de entrega de pedidos, principalmente en la última milla.
Los retos del envío para las PyMes
Al respecto, Matías Lonardi, CEO de Treggo,
startup de logística para e-commerce y empresas comentó que aunque las
PyMEs en su mayoría cuentan con almacén propio, diversifican sus
servicios de transporte entre propio y tercerizado. Así, el 70% envía
mediante servicios de mensajería y paquetería, 42% a través de servicios
de transporte y sólo 17% a través de servicios de reparto locales.
Sin embargo, enfatizó alguno de estos métodos puede no ser siempre la
mejor opción para las necesidades de ciertas PyMes y sus respectivos
clientes. “Se ha observado que las PyMEs consideran que uno de los
principales retos es el alto costo de envío. Además del manejo de
mercancía, seguido del desconocimiento de cómo incorporar el costo de
envío cuando el precio del producto es menor”.
Ante ello, Lonardi recomienda a las PyMes busquen una empresa de
logística de última milla que incorpore tecnología en sus servicios para
brindar entregas en el mismo día, eficientes y con trazabilidad en
tiempo real de todo el proceso de entrega. Además, una solución basada
en tecnología tiene el potencial de reducir costos para los comercios y
sus clientes.
“Dado que el comercio electrónico aumentó exponencialmente en 2020, toda
la estructura que hizo posible este crecimiento también tuvo que
expandirse para mantenerse al día, como la logística y los pagos. Por
ello, las empresas necesitan mantenerse actualizadas y contar con
aliados que se hayan podido adaptar a las nuevas exigencias y
contribuyan a mejorar el desarrollo del entorno logístico, basándose en
tecnología. Cada vez hay más opciones tecnológicas que pueden reducir
costos, tiempos e incluso brindar servicios que otros competidores,
incluso más grandes, no pueden cubrir”, concluyó Lonardi.
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